Como consecuencia de la adopción masiva de tecnologías inalámbricas para las aplicaciones de IoT (Internet de las cosas), la coexistencia de las Low-Power Wide Area Networks (LPWAN), como LoRa y Wi-Fi, se ha convertido en un tema de interés. Ambas se utilizan en diversas aplicaciones de IoT, como los edificios inteligentes, las ciudades inteligentes, la automatización industrial y la agricultura, para permitir la comunicación entre dispositivos y sensores.
La tecnología LoRa se utiliza con frecuencia en aplicaciones de IoT en edificios
LoRa es un protocolo de comunicación inalámbrica de bajo consumo y largo alcance que utiliza un esquema de modulación de amplio ancho de banda para dar cobertura a una zona extensa. Funciona en la banda de frecuencia de subgigahercios sin licencia, lo que significa que puede utilizarse sin necesidad de licencia de los organismos reguladores. LoRaWAN esta reconocida por la Unión Internacional de Telecomunicaciones (ITU) como un estándar LPWAN.
LoRa está diseñado para proporcionar comunicaciones de bajo consumo y con una baja tasa de datos entre sensores, gateways y la nube. La principal ventaja de LoRa es su cobertura de largo alcance (véase la figura siguiente), que permite su uso en aplicaciones en las que la Wi-Fi no es viable por limitaciones de alcance. Además, LoRa es una tecnología muy segura y escalable, con un gran alcance y un bajo consumo de energía, lo que la hace ideal para utilizarla en instalaciones de IoT a gran escala por parte de los profesionales del IoT.
Con su cobertura de bajo consumo y largo alcance, LoRa llena un vacío tecnológico en el IoT de los edificios
Wi-Fi: transferencia de datos a alta velocidad en oficinas, viviendas y espacios públicos
Por su parte, la Wi-Fi opera en las bandas de frecuencia de 2,4 GHz y 5 GHz y está diseñada para proporcionar una transferencia de datos a alta velocidad en un área limitada. La Wi-Fi se utiliza habitualmente en viviendas, oficinas y espacios públicos para dar acceso inalámbrico a Internet. Su principal ventaja es la capacidad de transferencia de datos a alta velocidad, lo que le permite albergar una gran variedad de aplicaciones multimedia, como streaming de vídeo y audio, juegos y transferencia de archivos.
¿Está justificada la preocupación por la interferencia entre LoRa y Wi-Fi?
Una de las preocupaciones de los profesionales del IoT y los fabricantes de dispositivos es la posible interferencia entre LoRa y Wi-Fi. Sin embargo, se trata de una cuestión poco relevante porque ambos tienen bandas de frecuencia en uso y objetivos de diseño diferentes y, por consiguiente, no interfieren entre sí. La banda de frecuencia utilizada por LoRa (433 MHz a 915 MHz) es más baja que las bandas de frecuencia de la Wi-Fi (2,4 GHz y 5 GHz), lo que significa que apenas hay solapamiento entre ambas tecnologías, con lo que se reduce la probabilidad de interferencia. Además, los diferentes objetivos de diseño de LoRa y Wi-Fi (cobertura de largo alcance frente a transferencia de datos a alta velocidad) garantizan que no compitan por los mismos recursos, lo que reduce aún más la probabilidad de interferencia.
¿Pueden coexistir LoRa y Wi-Fi?
En lo tocante a la coexistencia, LoRa y Wi-Fi pueden coexistir ya que utilizan técnicas de modulación distintas. LoRa utiliza una técnica de modulación de espectro de extensión que dispersa la señal por una amplia banda de frecuencias, lo que aumenta el alcance y reduce el consumo de energía. Por su parte la Wi-Fi utiliza una técnica de modulación de banda estrecha que concentra la señal en una banda de frecuencia estrecha, lo que aumenta la velocidad de transmisión de datos y reduce las interferencias.
Además, la tecnología LoRa utiliza la velocidad de datos adaptativa (ADR) para ajustar dinámicamente la velocidad de datos en función de la calidad de la señal, garantizando así que la señal siga siendo fuerte y fiable. Esto significa que, aunque haya interferencias de la Wi-Fi en la zona, la señal LoRa se ajustará automáticamente para garantizar que siga funcionando de forma eficaz.
Conclusión
En general, la coexistencia de LoRa y Wi-Fi no plantea problemas en el ámbito del IoT en edificios porque tienen bandas de frecuencia en uso y objetivos de diseño diferentes, lo que reduce la probabilidad de interferencia. Los profesionales del IoT y los fabricantes de dispositivos pueden utilizar ambas tecnologías en sus aplicaciones sin preocuparse por interferencias significativas.
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